Los jueces Victoria Sharp y Jeremy Johnson han dado una nueva oportunidad al fundador de WikiLeaks Julian Assange para recurrir la orden de extradición a Estados Unidos por 18 delitos de espionaje y piratería informática que podrían valerle una condena de 175 años.
El fundador de WikiLeaks siguió al final el desenlace desde la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, donde lleva encarcelado desde su detención en el 2019, tras siete años de encierro en la embajada ecuatoriana en Londres hasta la retirada del asilo político.
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Si el alto tribunal británico daba el visto bueno a la extradición, la defensa de Assange podía aún presentar «in extremis» un recurso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Stella Assange, esposa del activista australiano, y Kristinn Hrafnsson, actual director de WikiLeaks, acogieron la decisión como un «vitoria parcial» la batalla legal de 13 años librada por Julian Assange. «Joe Biden tiene ahora la ocasión de cerrar el caso y poner en libertad a Julian», declaró Stella Assange tras el fallo judicial.
«Él va a seguir en la cárcel del Belmarsh, en condiciones de máximo aislamiento, mientras siga la batalla legal que dura ya casi 14 años. Es un preso político y una decisión política puede poner el final a todo esto» agregó.
