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Nicaragua participa en Conferencia Internacional de Reparaciones por la Esclavitud

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Esta mañana dio inicio la Conferencia Internacional sobre Reparaciones por la Esclavitud: “Sanfoka, Globalizando Nuestras Demandas por Reparaciones”, que se realiza del 4 al 6 de Agosto, en el Recinto Cave Hill de la Universidad de las Indias Occidentales (UWI), en Bridgetown, Barbados.

Este evento, organizado por el Congreso Global Africano (GAC) y la Comunidad del Caribe (CARICOM), incluye ponencias centrales de la Ministra Estatal de Cultura y Enviada Especial para Reparaciones de la Primera Ministra de la República de Barbados, Doctora Chantel Monroe Knight y del Presidente de la Comisión de Reparaciones de CARICOM, Doctor Hillary Beckles; así como exposiciones sobre el estado de las reparaciones en Norteamérica, Latinoamérica, el Caribe, Europa, Asia y África, organizadas en función de cuatro categorías: 1. Financieras, incluyendo la cancelación de la deuda externa a Países más afectados por el flagelo de la esclavitud y pagos directos a víctimas y sus descendientes; 2. Sociales y Culturales, promoviendo la devolución de artículos robados y artefactos históricos, la educación contra el racismo, la descolonización de la salud, la educación y la cultura; 3. Soberanía y Seguridad Alimentaria; y 4. Justicia Climática.

a Delegación de Nicaragua en este importante evento, transmitió el Saludo Fraterno del Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo, así como del Pueblo y Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, expresando su invariable apoyo a la justa demanda de reparaciones para las víctimas de la trata transatlántica de esclavos africanos y sus descendientes y resaltando que “todos los aspectos de la llamada sociedad occidental y la economía capitalista, incluidos los estilos de vida exuberantes de las minorías más adineradas, son el resultado de la esclavitud y se les debe una profunda deuda a todos los hombres y mujeres que soportaron esta nefasta industria y crimen de lesa humanidad.”

CCC

Mensaje íntegro de Nicaragua:

PALABRAS DE LA DELEGACIÓN DE NICARAGUA
EN LA CONFERENCIA INTERNACIONAL SOBRE REPARACIONES
BRIDGETOWN, BARBADOS, 4 AL 6 DE AGOSTO, 2022

Queridas Hermanas y Hermanos, Representantes Gubernamentales, Compañer@s, Amig@s,

Permítanme iniciar expresando calurosos saludos en nombre del Comandante Daniel Ortega Saavedra, Presidente de la República de Nicaragua y la Compañera Rosario Murillo, Vicepresidenta, así como en nombre del Pueblo y Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua.

Expresamos nuestro agradecimiento al Hermano Pueblo y Gobierno de la República de Barbados y especialmente a Su Excelencia la Primera Ministra Mia Mottley y al Señor Ministro de Relaciones Exteriores, el Honorable Senador Jerome Walcott, por ser anfitrión de este importante evento. De igual manera agradecemos y felicitamos a la Secretaría del Congreso Global Africano por todo el esfuerzo organizativo.


La Trata Transatlántica de Africanos Esclavizados fue una industria perversa alimentada por las crueles ambiciones de gobiernos, empresas e individuos, quienes en su mayoría, aún se niegan a pagar las reparaciones por los terribles daños infligidos al Continente Africano, a los más de 20 millones de seres humanos, quienes durante más de 400 años fueron víctimas de este flagelo, así como a todos nosotros, los más de 200 millones de afrodescendientes, que actualmente vivimos en las Américas.

Este flagrante crimen contra la humanidad fue una industria, dado que su motivación ha sido la oferta y la demanda, la maximización de ganancias y la eficiencia de costos. La esclavitud constituye la versión más brutal del capitalismo, deshumanizando al ser humano, modificando jurídicamente el estatus del individuo, para categorizarlo como objeto y propiedad de otro individuo o grupo de individuos.

Uno de cada tres africanos esclavizados pereció en el mar, otros en los puertos y lonjas de América del Norte, América Central y del Sur y del Caribe. La gran mayoría de los esclavos morían antes de cumplir los 30 años de edad, como resultado de las brutales condiciones de trabajo forzado, violaciones y torturas despiadadas, infligidas por los “amos”, en las grandes plantaciones de azúcar, banano y algodón, en las minas o mientras trabajaban en una amplia gama de proyectos gubernamentales.

CCC

Por lo tanto, todos los aspectos de la llamada sociedad occidental y la economía capitalista, incluidos los estilos de vida exuberantes de la minoría más adinerada, son el resultado de la esclavitud y se les debe una profunda deuda a todos los hombres y mujeres que soportaron esta nefasta industria.


En la Costa Caribe de Nicaragua, el Pueblo creole afrodescendiente logró la emancipación de la esclavitud a partir de 1786, cuando España e Inglaterra firmaron la Convención de Londres, que reconocía la soberanía de España sobre el territorio de Nicaragua y la Costa de la Mosquitia, aunque esta última nunca fue colonizada ni por España ni por Gran Bretaña.

La Convención estableció un plazo de un año para que todos los súbditos de la Corona británica abandonaran la Costa de la Mosquitia o se convirtieran en súbditos de la Corona española. Así, en 1787, 3000 personas, incluidos 573 británicos y personas libres y 1677 africanos esclavizados, abandonaron la Mosquitia, ahora el Caribe Nicaragüense, y navegaron hacia Belice, Jamaica, Gran Bretaña y Estados Unidos.

En la prisa, miles de africanos esclavizados pudieron escapar y lograron alcanzar la libertad. Estos nuevos individuos libres, se autodenominaron creoles y lograron avanzar dedicándose incansablemente a la educación; convirtiéndose en contadores, médicos, dentistas, abogados, ingenieros, músicos, coreógrafos, chefs, diplomáticos, altos funcionarios gubernamentales, poetas y gestores culturales.

La historia del Pueblo afrodescendiente Garífuna es igual de conmovedora. Hace 225 años, el 11 de marzo de 1797, el Pueblo de Joseph Chatoyer fue expulsado de su patria en las islas de San Vicente y las Granadinas, primero a la deshabitada isla de Balisu y luego a las costas de Honduras, Belice, Guatemala y Nicaragua, donde encontraron refugio, establecieron asentamientos y comenzaron a prosperar. En Nicaragua, el Pueblo Garífuna estableció las comunidades de La Fe, Brown Bank, Justo Point, San Vicente y Orinoco, a lo largo de la cuenca de Laguna de Perlas, donde mantienen su lengua y herencia cultural y continúan honrando la memoria del Jefe Supremo Joseph Chatoyer.

Después de la anexión de la Mosquitia a Nicaragua en 1894, sucesivos gobiernos de Nicaragua buscaron marginar a los pueblos indígenas y afrodescendientes, lo que resultó en una discriminación y pobreza generalizadas, así como en una severa falta de servicios básicos.

Esta situación se mantuvo hasta el triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979, y la promulgación de una nueva Constitución Política en 1987, que reconoció el carácter multiétnico y pluricultural de la nación nicaragüense, siendo la primera Carta Magna en todo el hemisferio en establecer la ciudadanía plena para los Pueblos Afrodescendientes e Indígenas.

Hoy Nicaragua avanza celebrando los tres afluentes de su identidad nacional: indígena, africana y europea, asimilando diferentes perspectivas y aprovechando al máximo la creatividad que surge de una población culturalmente diversa.

El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua, presidido por el Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo, ha impulsado un Modelo de Gobierno Cristiano, Solidario y Socialista, que es la punta de lanza del esfuerzo Sandinista para garantizar la participación equitativa de toda la población nicaragüense en el desarrollo nacional, con el claro entendimiento de que todas las y los nicaragüenses, sin distinción, tenemos la responsabilidad de contribuir al bienestar colectivo.

El Plan Nacional de Desarrollo Humano fue lanzado en 2007, con el

con el objetivo de promover el crecimiento económico y la estabilidad macroeconómica y con objetivos específicos relacionados con el empleo, la reducción de la pobreza, la igualdad, la nutrición, el acceso a salud y educación, el aumento de la cobertura de agua potable y alcantarillado sanitario, electricidad, telecomunicaciones, caminos y carreteras, seguridad ciudadana, productividad agrícola, protección de bosques, lagos y ríos, la promoción del comercio y la inversión privada, entre otros. La implementación de este Plan, que ahora se encuentra en su cuarta fase, 2022 – 2026, ha generado una prosperidad sin precedentes para las comunidades afrodescendientes y ha definido un camino claro hacia el desarrollo humano sostenible e inclusivo.

Nicaragua reconoce el decidido esfuerzo de los países del Caribe que han impulsado el Plan de Acción de Diez Puntos de la Comisión de Reparaciones de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y aplaude los esfuerzos de esta comisión para corregir las injusticias derivadas del genocidio de los Pueblos Indígenas Originarios y el comercio transatlántico de Africanos Esclavizados, reafirmando la urgente necesidad de exigir reparaciones efectivas, compensación justa y otras medidas a nivel nacional, regional e internacional.

Nicaragua continúa extendiendo su abrazo fraterno y solidaridad absoluta con las víctimas de la trata transatlántica de esclavos y sus descendientes, quienes hoy, continúan sufriendo las consecuencias de un crimen perverso que permanece impune.

Muchas Gracias.

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Versión en Inglés

REMARKS BY THE DELEGATION OF NICARAGUA IN THE INTERNATIONAL CONFERENCE ON REPARATIONS
BRIDGETOWN, BARBADOS, 4TH – 6TH AUGUST, 2022

Dear Sisters and Brothers, Government Representatives, Comrades, Friends,

Allow me to begin by expressing warmest regards on behalf of Comandante Daniel Ortega, President of the Republic of Nicaragua and Comrade Rosario Murillo Vice President, as well as on behalf of the People and Government of Reconciliation and National Unity of the Republic of Nicaragua.

We would like to express our gratitude to the Brotherly People and Government of the Republic of Barbados and especially to Her Excellency Prime Minister Mia Mottley and to His Excellency the Minister of Foreign of Affairs, Senator the Honorable Jerome Walcott, for hosting this important event. Likewise we thank and congratulate the Global Afrikan Congress Secretariat for the all the effort put into the organization process.

The Transatlantic Trade of Enslaved Africans was a perverse industry fueled by the cruel ambitions of governments, companies and individuals, who for the most part, still refuse to make reparations for the terrible damage inflicted upon the African Continent, on more than 20 million human beings, who for more than 400 years were victims of this scourge, as well as upon all of us, the more than 200 million Afrodescendants, who currently live in the Americas.


This blatant crime against humanity was an industry, given its motivation were supply and demand, profit maximization and cost efficiency. Slavery constitutes the most brutal version of capitalism, dehumanizing human beings, legally modifying the status of an individual, to categorize him or her as an object and property of another individual or group of individuals.

One in three enslaved Africans perished at sea, others in the ports and auctions of North America, Central and South America and the Caribbean. The vast majority of slaves died before reaching 30 years of age, as a result of brutal conditions of forced labor, rape and merciless torture inflicted upon them by “masters”, in huge sugar, banana and cotton plantations, in the mines or while working in a wide array of government projects.

Therefore, every aspect of the so-called western society and capitalist economy, including the lush lifestyles of the wealthy few, is a result of slavery and a profound debt is owed to all the men and women who endured this most nefarious industry.

On the Caribbean Coast of Nicaragua, the Afro-descendant Creole People achieved emancipation from slavery after 1786, when Spain and England signed the Convention of London, which recognized the sovereignty of Spain over the territory of Nicaragua and the Mosquito Coast, although the later was never colonized neither by Spain nor Great Britain.

The Convention established a deadline of one year for all subjects of the British Crown to leave the Mosquito Coast or become subjects of the Spanish Crown. Thus in 1787, 3,000 individuals, including 573 British and free people and 1,677 enslaved Africans, left the Mosquitia, now Caribbean Nicaragua and sailed to Belize, Jamaica, Great Britain and the United States.

In the rush, thousands of enslaved Africans, were able to escape and achieve their freedom. These newly free individuals, called themselves Creoles and managed to advance by dedicating themselves tirelessly to education; becoming accountants, doctors, dentists, lawyers, engineers, musicians, choreographers, chefs, diplomats, high-ranking government officials, poets, and cultural managers.

The story of the Afro-descendant Garífuna People is just as poignant. 225 years ago, on 11th March 1797, the People of Joseph Chatoyer were expelled from their homeland on the islands of Saint Vincent and the Grenadines, first to the barren island of Balisu and later to the coasts of Honduras, Belize, Guatemala and Nicaragua, where they found refuge, established settlements and began to prosper. In Nicaragua, the Garifuna People established the communities of La Fe, Brown Bank, Justo Point, Saint Vincent and Orinoco, along the Pearl Lagoon basin, where they maintain their language and cultural heritage and continue to honor the memory of Paramount Chief Joseph Chatoyer.

After the annexation of the Mosquitia to Nicaragua in 1894, successive Nicaraguan governments, sought to marginalize the indigenous and afrodescendant peoples of the region, resulting in widespread discrimination and poverty, as well as a severe lack of basic services.

This situation continued until the victory of the Sandinista Popular Revolution in 1979, and the promulgation of a new Political Constitution in 1987, that recognized the multiethnic and pluricultural nature of the Nicaraguan nation, being the first Magna Carta in the entire hemisphere to establish full citizenship for Afrodescendant 

and Indigenous Peoples.

Today, Nicaragua advances by celebrating the three tributaries of her national identity: Indigenous, African and European, assimilating different perspectives and taking full advantage of the creativity that arises from a culturally diverse population.

The Government of Reconciliation and National Unity of the Republic of Nicaragua, led by Comandante Daniel Ortega Saavedra and Comrade Rosario Murillo Zambrana, has promoted a Government Model of Christianity, Socialism and Solidarity, which is the spearhead of a Sandinista effort to guarantee the equitable participation of all the Nicaraguan Population in the development of the nation, with a clear understanding that each and every Nicaraguan, without distinction, has the responsibility to contribute to the collective wellbeing.

The National Human Development Plan was launched in 2007, with the aim of promoting economic growth and macroeconomic stability and with specific objectives related to employment, poverty reduction, equality, nutrition, access to health and education, increased coverage of drinking water and sewage, electricity, telecommunications, roads and highways, citizen security, agricultural productivity, protection of forests, lakes and rivers and the promotion of private investment and trade, among others. The implementation of this Plan, which now is in its fourth phase, 2022 – 2026, has created unprecedented prosperity for afrodescendant communities and has defined a clear path toward sustainable and inclusive human development.

Nicaragua recognizes the determined effort of the Caribbean countries that have promoted the Ten-Point Plan of Action of the Reparations Commission of the Caribbean Community (CARICOM) and applauds the efforts of this commission to correct the injustices derived from the genocide of native indigenous peoples and the transatlantic trade of enslaved Africans, reaffirming the urgent need to demand effective reparations, redress, compensation and other measures at the national, regional and international levels.

Nicaragua, continues to extend its fraternal embrace and absolute solidarity with the victims of the transatlantic slave trade and with their descendants, who today, continue to suffer the consequences of an unpunished crime.

Thank You Very Much.

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