El estado de Idaho, Estados Unidos, suspendió la ejecución del asesino en serie Thomas Eugene Creech, tras fracasar repetidamente en la administración de la inyección letal.
El personal médico falló en los 10 intentos para acceder a las venas de los brazos y piernas de Thomas, quien que está relacionado con al menos once homicidios y pasó tras las rejas casi cinco décadas, y estaba sentenciado a ser ejecutado por inyección letal.
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El Departamento Penitenciario de Idaho indicó que el personal médico «tuvo dificultades para establecer una vía intravenosa de calidad suficiente para llevar a cabo la ejecución por inyección letal».
Thomas se encuentra en su celda, mientras se estudia las nuevas medidas en su caso.
