Luego de que se registraran los últimos ataques de las fuerzas de EE.UU. y el Reino Unido contra los rebeldes hutíes de Yemen, la petrolera británica Shell canceló indefinidamente todos sus envíos a través del mar Rojo.
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Ante la preocupación de que un ataque pudiera desencadenar en un vertido masivo de crudo, además de presentar un riesgo para la seguridad de las tripulaciones de los buques, el gigante petrolero tomó finalmente la decisión de detener todas sus operaciones en el mar Rojo.
El personal de transporte señaló que el mes pasado, un buque petrolero fletado por Shell para transportar combustible de aviación indio fue objetivo de un misil en el mar Rojo y acosado por embarcaciones hutíes.
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