El papa Francisco presidió la misa del Domingo de Ramos, en la Plaza San Pedro del Vaticano, tras salir del Hospital Gemelli, de Roma, donde permaneció ingresado desde el miércoles debido a una bronquitis.
De acuerdo con una nota publicada en el sitio oficial de la oficina de prensa de la Santa Sede, la misa dio inicio a las 10:00 hora local, en la que pronunció una homilía, y habló sobre la “cercanía, compasión y ternura” hacia los más necesitados.
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“Yo también necesito que Jesús me acaricie, que se acerque a mí, y por eso voy a buscarlo en los abandonados, en los solitarios”, dijo el papa Francisco.
Asimismo, hablo a los “jóvenes que sienten un gran vacío interior sin que nadie escuche realmente su grito de dolor y que no encuentran otro camino que el suicidio”.
Luego de la homilía del Santo Padre, la misa continuó con el cardenal Leonardo Sandri, como estaba previsto