Miles de portugueses salieron a protestar en las principales calles de Lisboa, Oporto, Viseu, Aveiro, Coimbra y Braga, para reclamar su derecho a una vivienda digna.
Raquel Serdoura, una de las portavoces del movimiento Referéndum por la Vivienda, manifestó “pretendemos organizar un referéndum para poner fin al alojamiento local en los edificios destinados a viviendas, para tomar medidas que permitan a la gente vivir en Lisboa, empezando por la caída del precio de la vivienda, pero también para poner fin a las visas doradas y otras políticas que fomentan la especulación inmobiliaria”.
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Durante las protestas se vieron pancartas con lemas como: «Tanta gente sin casa y tantas casas sin gente»; «Casas para vivir, no para enriquecer»; «Tener casa es un derecho, no un privilegio»; «La vivienda no es un negocio” o “Impongan impuestos a los nómadas digitales».
En la última década, los alquileres en Portugal han registrado un aumento superior a la inflación y los precios actuales resultan demasiado elevados para el mercado local.
