Durante una operación policial contra la delincuencia organizada en Río de Janeiro, dos helicópteros de las fuerzas de seguridad fueron tiroteados por presuntos milicianos, dejando así en evidencia el poder las bandas. Afortunadamente, no se registraron agentes fallecidos o heridos.
Según el informe, las dos aeronaves fueron desplegadas en un gran operativo para intentar arrestar a los principales líderes del Comando Vermelho (CV), la mayor facción criminal de ese estado del sudeste de Brasil, en respuesta a la muerte la semana pasada de tres médicos que habrían sido asesinados por error en Barra de Tijuca, un acomodado barrio de la capital carioca.
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Los helicópteros estaban sobrevolando Vila Cruzeiro, una de las mayores favelas de la ciudad postal de Brasil, cuando fueron alcanzados por las balas y tuvieron que regresar a la base. Posteriormente, las fuerzas de seguridad, sobre todo la Policía Civil y la Policía Militar, desplegaron unos 1.000 agentes con 100 órdenes de detención contra los cabecillas del CV en Vila Cruzeiro, Maré y Cidade de Deus.
La operación dejó por un saldo de 4 detenidos y un laboratorio de refinamiento de drogas requisado.
