Un sospechoso del asesinato de cuatro jóvenes universitarios en un pueblo de Idaho fue detenido en el norte de Pensilvania, según confirmaron agentes federales a varios medios estadounidenses. Se trata de Bryan Kohberger, un hombre de 28 años al que llevaban tiempo siguiendo.
Un equipo SWAT -una unidad de policías de élite- entró en el lugar donde sabían que se encontraba el sospechoso, arrestado en la otra punta del país, en el condado de Monroe, a unos 4.000 kilómetros de distancia de donde se cometieron los crímenes. Sucedieron la madrugada del 13 de noviembre en Moscú, una localidad con dos tercios de población universitaria.
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Se conoció que dos de las víctimas estuvieron en un bar en el centro del pueblo por la noche y otras dos en una fraternidad de la Universidad de Idaho en la que estudiaban. Los cuatro regresaron alrededor de las dos de la madrugada a la vivienda que compartían con otros dos estudiantes más.
Horas después, los dos supervivientes de la tragedia que dormían en el sótano de la casa llamaron “a amigos a la residencia porque creían que una de las víctimas del segundo piso se había desmayado y no se despertaba”, según el relato de la policía local. Al llegar, los agentes de Moscú se encontraron los cuatro cadáveres: dos en la segunda planta y los otros dos en el tercer piso.
