Un hombre de 30 años, originario de República Checa murió con una pelota de ping-pong en el trasero después de electrocutarse mientras se daba placer a sí mismo.
El hombre fue encontrado muerto en el suelo de su habitación por los bomberos, que se vieron obligados a derribar la puerta a patadas.
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La policía encontró un dispositivo de masaje eléctrico junto al cuerpo del hombre no identificado, que todavía estaba conectado a la red eléctrica. Otro objeto, de unos 9 centímetro de largo, también se alojó en su recto: «cilindro redondo de plástico, en el que se colocaba una pelota de ping-pong, sujeta con una envoltura de plástico«.
Las pruebas mostraron que el dispositivo de una mano, que tenía signos de ‘desgaste’, había fallado mientras estaba enchufado. Las quemaduras en la piel del hombre y centímetros por encima de su miembro viril, se correspondían con la forma exterior de la cabeza del dispositivo de masaje. Se dictaminó que su muerte se debió a una «electrocución accidental por manipulación autoerótica«.
