La monja colombiana Yudi Pineda decidió colgar los hábitos y retirarse del convento, para dedicarse a la pornografía y a publicar contenido para adultos en su cuenta en OnlyFans.
Desde pequeña, Pineda soñaba con ser monja y dijo que a los 10 años decidió formar parte de un convento, porque se sentía enamorada de esa vocación donde todas ellas se veían “tan puras”.
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Pero cuando tenía 18 años, Pineda se enamoró de su profesor de catequesis y decidió que necesitaba un cambio por lo que decidió ser impulsadora de una empresa.
Luego incursionó en la industria pornográfica como «camgirl» o modelo porno, haciendo shows privados desde su casa y ganaba cerca de 2500 dólares y posteriormente se convirtió en actriz porno, firmando un contrato con una productora estadounidense.
