Krystena Murray, una mujer de 38 años, dio a luz a un bebé que no se parece nada a ella y para rematar terminan quitándoselo, por lo que presentó una demanda contra una clínica de fertilidad por implantarle el embrión equivocado.
La mujer del estado de Georgia (EE.UU.), quedó embarazada hace dos años después de someterse a una fertilización ‘in vitro’, para lo cual había seleccionado un donante de esperma que “se parecía físicamente” a ella, según la demanda.
La madre, una mujer caucásica de piel clara, gestó el embrión que le habían dado y en diciembre de 2023 dio a luz a un niño sano, pero también supo de inmediato que no se había desarrollado a partir de uno de sus propios óvulos fertilizados en laboratorio, ya que el bebé nació afroamericano.
Por lo que se dio cuenta de que había un error en el centro de fertilización, pero supuso que probablemente había sido un error en el donante de esperma. Murray se llevó al niño a casa, lo cuidó, amamantó y lo llevó a las citas médicas. Sin embargo, más tarde, se enteró de que los médicos habían implantado el embrión de otra paciente en lugar del suyo.

Por temor de que el niño no era suyo, Krystena evitaba a sus amigos y familiares y no publicó ninguna imagen en las redes sociales. Tras realizarse una prueba de ADN, confirmó sus temores de que el bebé no estuviera genéticamente relacionado con ella. Se lo informó a la clínica y el personal alertó a los padres biológicos del bebé sobre la confusión.
Cuando los padres biológicos se enteraron de la situación, exigieron la custodia del menor, y después de 5 meses entregó al niño para evitar una batalla legal que sus abogados le advirtieron que no podría ganar, a pesar de haber creado un fuerte vínculo de madre.
Murray presentó una demanda civil contra Coastal Fertility Specialists, alegando la negligencia de la clínica al mezclar sus embriones con los de la otra pareja, causándole dolor y angustia. “Nunca me he sentido tan violada y la situación me ha dejado emocional y físicamente destrozada”, dijo la mujer. “Pasé toda mi vida queriendo ser madre. Amé, y crie a mi hijo y habría hecho literalmente cualquier cosa para quedármelo”, señaló.
Además, alega haberse convertido “en una madre sustituta contra su voluntad para otra pareja”, por lo que reclama una indemnización monetaria. Murray no ha visto al niño desde que lo entregó en mayo de 2024, y aseguró que dejará la decisión de mantener contacto en manos de la pareja.