Miles de promesantes con algarabía y mucha tradición llegaron a la iglesia de Las Sierritas donde Santo Domingo de Guzmán regresa a su morada.
Su despedida se dio con mucha devoción por los promesantes que durante 10 días veneraron la pequeña imagen que salió de la iglesia con estruendo de cohetes y al sonar de la música de chicheros.
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Sus devotos lo veneraron de distintas maneras, unos bailaron, otros rezaron, algunos cargaron réplicas de la milagrosa imagen y otros pagaron promesas caminando de rodillas.
La imagen permanecerá en el templo de las Sierras de Santo Domingo durante todo el año hasta que regrese a Managua a pasar 10 días nuevamente para estas fechas.
Los promesantes y devotos tradicionalistas estuvieron acompañados por la Policía Nacional, quienes aseguraron que los 10 días de fiestas se vivieran en un ambiente seguro y tranquilo.
