Tras la escalada de aranceles entre Estados Unidos y China, provocó el incremento de ventas de un cepillo para baños como objeto de parodia y con figura de Donald Trump.
El conflicto comercial impulsó a consumidores de China a comprar el cepillo como gesto de burla hacia el expresidente estadounidense.
Este objeto con cabello amarillo recuerda el peinado de Donald Trump. Y aunque había surgido durante la primera presidencia, la coyuntura actual lo transformó en símbolo de la llamada “contraofensiva de Yiwu”, ciudad conocida por su producción masiva de objetos plásticos a bajo costo.
Para algunos, la compra del cepillo representa un apoyo a las fábricas locales afectadas por las tarifas impuestas por Estados Unidos.
Medios chinos informan que el cepillo se volvió viral en las redes sociales y se vende a precios desde 1.9 a 2.6 dólares.
El cepillo parodia se convirtió así en un símbolo político y cultural en el marco de la actual disputa comercial.