Secretario de Seguridad de Sinaloa, Gerardo Mérida Sánchez, renunció a su cargo debido a la creciente ola de violencia que ha cobrado la vida de más de 600 personas en los últimos meses.
La dimisión fue confirmada por el gobernador Rubén Rocha Moya el pasado sábado, quien anunció que Mérida será reemplazado por un militar.
La crisis de violencia en Sinaloa se atribuye a una disputa interna entre dos facciones del Cártel de Sinaloa: los “Chapitos”, liderados por los descendientes de Joaquín “Chapo” Guzmán, y los “Mayos”, vinculados a Ismael “Mayo” Zambada.
Ambos líderes históricos del cártel se encuentran encarcelados en Estados Unidos por cargos relacionados con el tráfico de drogas, mientras sus herederos luchan por el control de la organización, considerada por Washington como el principal productor de fentanilo ilegal en México.
En el marco de este conflicto, las cifras estatales reportan más de 600 fallecidos y 700 desaparecidos en aproximadamente 100 días.
La dimisión de Mérida ocurre tras el asesinato de Halexy Guadalupe, integrante del equipo de investigación contra el crimen en el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, ocurrido el miércoles pasado en la capital del estado.
Asimismo, la renuncia se dio un día antes de la visita de la presidenta Sheinbaum a Sinaloa, quien encabezará la Mesa de Seguridad para abordar la situación de violencia.
Según fuentes oficiales, el próximo secretario será el general Óscar Rentería, quien previamente dirigió zonas militares en Michoacán y Ciudad de México.
Desde el inicio de la estrategia militar contra los cárteles en 2006, México ha registrado más de 450,000 homicidios y más de 100,000 desaparecidos.
La situación en Sinaloa refleja los desafíos persistentes en la lucha contra el crimen organizado y la necesidad de soluciones efectivas para garantizar la seguridad de sus habitantes.