Por todo Estados Unidos, se han extendido las protestas contra las políticas migratorias del Gobierno de Donald Trump y que iniciaron el pasado sábado en Los Ángeles, California.
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Durante una protesta en Seattle, manifestantes prendieron fuego a un contenedor de basura y lanzaron fuegos artificiales frente al edificio Henry M. Jackson.
Las protestas en contra de las medidas migratorias implementadas por la administración Trump persistieron en ciudades de todo Estados Unidos, lo que generó severas advertencias del Gobierno de que no vacilaría en incrementar la movilización de fuerzas de la Guardia Nacional y la Infantería de Marina para aplacar las protestas más allá de Los Ángeles.
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Cientos de personas han sido detenidas en días recientes por participar en estas manifestaciones en Chicago, Nueva York, Atlanta y diversas ciudades de Texas.
Karoline Leavitt, vocera de la Casa Blanca, denominó a los protestantes de Los Ángeles como “radicales de izquierda”, “delincuentes ilegales” y “alborotadores” que están provocando el desorden en la ciudad. Esto a pesar de que las protestas se llevaron a cabo de manera aislada, con únicamente incidentes de violencia.
