Las voces en la comunidad médica, de un país donde la muerte asistida de adultos ya es parte esencial del sistema sanitario, se han alzado, para extender esas prácticas a bebés.
El Colegio de Médicos de Quebec (CMQ, por sus siglas en francés), en Canadá, ha sugerido la legalización de la eutanasia para los menores nacidos con enfermedades graves, práctica legalizada solo en los Países Bajos e inédita desde la Alemania nazi.
“El CMQ reitera que los médicos pueden considerar la asistencia médica para morir como un tratamiento adecuado para los bebés que sufren dolores extremos imposibles de aliviar o que tienen malformaciones severas o síndromes polisintomáticos graves que anulan cualquier posibilidad de supervivencia”, afirmaron.
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Por ahora, los padres pueden solicitar que se suspenda todo tratamiento para sus hijos en casos como esos. Si aprueban la nueva medida, esta acelerará su muerte.
Lo que comenzó como una ley dirigida solo a adultos gravemente enfermos y en etapa terminal, luego se amplió para incluir a personas con condiciones médicas serias, aunque no enfrentaran una muerte inminente. Dentro de dos años, los pacientes con enfermedades mentales podrán solicitar la muerte asistida.
Mientras tanto, un comité especial del Parlamento ya ha recomendado otorgar a menores de edad el acceso a la muerte asistida bajo ciertas condiciones.
