Para erradicar el uso de cigarrillos electrónicos, el Gobierno de Singapur anunció medidas más estrictas, incluyendo 20 años de prisión y azotes.
“Importadores, vendedores o distribuidores de vaporizadores con etomidato se enfrentan a hasta 20 años en prisión y 15 azotes”, advirtieron las autoridades.
El uso de los llamados ‘Kpods’ ha crecido en popularidad y ha captado la atención de las autoridades. El nombre hace referencia al efecto similar que tienen el etomidato y la ketamina.
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A partir de este 1 de septiembre, el etomidato junto con otras sustancias que son utilizadas en los dispositivos serán consideradas como drogas controladas de Clase C y, por ende, conllevarán castigos más severos.
Quienes infrinjan la ley repetidamente serán sujetos a multas de 1.500 dólares, programas de rehabilitación, detención y supervisión obligatoria.