En baños públicos de China, se instalaron dispensadores inteligentes, que entregan papel higiénico únicamente después de que los usuarios miran anuncios en sus teléfonos.
Con este sistema se busca reducir el uso excesivo de papel higiénico en lugares turísticos y se suma a otras medidas aplicadas en los últimos años.
China en el 2017 implementó dispensadores con escáner facial que liberaban tiras de 60 centímetros cada nueve minutos. Dos años después, se incorporó inteligencia artificial para entregar papel una vez cada diez minutos por persona.
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Estas iniciativas se presentaron en sitios de alta concurrencia, donde los visitantes suelen llevarse más papel del necesario por temor a que luego no hubiese disponible.
La instalación de esta nueva versión en los baños público combina el control del papel con recursos como publicidad digital.
Los usuarios deben escanear un código QR y observar un aviso en sus teléfonos para obtener una pequeña tira de papel, o bien pagar 0,5 yuanes por cada franja adicional. De este modo, el acceso al papel queda condicionado a la interacción con anuncios o al pago directo.
