Debido a la rápida reducción de las reservas almacenadas y una posible disminución de los suministros procedentes de Rusia, Europa podría enfrentarse a una nueva crisis energética.
“Todavía tenemos problemas con el suministro de gas“, informó Markus Krebber, director ejecutivo de RWE AG, productor de energía de Alemania.
En lo que va de 2024, la escalada del conflicto entre Rusia, cuyo sector energético se enfrentó a varias tandas de sanciones occidentales, y Ucrania ha contribuido al aumento de los precios del gas en alrededor del 45 %.
Si bien todavía están muy por debajo de los niveles de 2022, son lo bastante elevados como para agudizar la crisis del coste de la vida e intensificar la presión competitiva sobre los fabricantes.

Destacó que si realmente quieren ser independientes “del gas ruso, necesitamos tener más capacidades de importación“.
“Y probablemente lo veremos de nuevo este invierno porque las instalaciones de almacenaje de gas están vaciándose bastante rápido“, admitió.
Markus Krebber, explicó que esto se debe a que tienen, “un comienzo frío del invierno”.
Además, se dio a conocer que cuanto más reduzcan los niveles de almacenamiento este invierno, más difícil será abastecerse con nuevas reservas.