El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, recibió la «Cruz de Oro», Condecoración de Primer Grado de la Conferencia de las Fuerzas Armadas de Centroamérica (CFAC).
«Cuánta alegría y cuánto optimismo nos da recibir este reconocimiento de la CFAC, la CFAC como ya lo explica el General (Julio César Avilés) está integrada por los Ejércitos, por las Fuerzas Armadas de los países que integramos el SICA, osea Guatemala, El Salvador, Honduras, República Dominicana y Nicaragua», detalló.
«Está es una señal bien clara de los nuevos tiempos que se están viviendo en el mundo, que hay una nueva visión, una nueva consciencia y sobre todo voluntad y decisión de alcanzar relaciones entre todos los países del planeta, que sean relaciones de respeto, que sean relaciones donde integremos esfuerzos, recursos para combatir el hambre, la pobreza, la inmigración, y es lo que está aconteciendo en el planeta», manifestó.
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Destacó que en «América Latina vemos como las Fuerzas Armadas de toda la Región van logrando acercarse, van logrando integrarse, van realizando reuniones, no para planear invasión alguna, no para planear ataques contra otros pueblos, sino para fortalecer la defensa de los pueblos de la Región Latinoamericana y Caribeña, para asegurar la Paz de nuestros pueblos, combatiendo el crimen, el narcotráfico, prestando solidaridad a los pueblos frente a las dificultades que provocan los fenómenos naturales (…) Esa es la agenda de los Ejércitos Latinoamericanos y Caribeños y esa es la agenda de los Ejércitos Centroamericanos».
«Cuánto agradecemos este reconocimiento que es un reconocimiento al pueblo nicaragüense, al Ejército de Nicaragua que ha sabido ir fortaleciendo está integración entre hermanos centroamericanos. Solo hablar de que Honduras y Nicaragua desarrollamos a atraves de las Fuerzas Armadas esas operaciones de Sandino y Morazán (…) es un ejemplo claro que hay una nueva consciencia en la Región que se está estableciendo una consciencia sólida en cuanto a lograr ser independientes, a ser mandados por nuestros pueblos, pero no ser mandados por los imperios», expresó.
