La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, durante su comunicación al medio día destacó que las familias nicaragüenses saben defender la Paz.
“Aquí estamos el día después y todos los días defendiendo, resguardando nuestro patrimonio, nuestros derechos, el sagrado deber que tenemos todos de resguardar la paz y el bien, mandato cristiano, hermandad, cristiana, socialista, solidaria, familias cristianas, las que vivimos en esta Nicaragua bendita, que sabemos defender la paz, que queremos, exigimos respeto, a nuestra voluntad, determinación de vivir en paz, tranquilos, seguros, trabajando y prosperando”, expresó.
La vicemandataria mencionó que con odio, nunca más, “es la verdad, nadie quiere en esta patria que es bendita volver a ver el rostro desfigurado, espantoso, tenebroso, del odio y más cuando ese odio está representado en figura que hemos querido o querido ver a lo largo de nuestra vida como promotores de bien, de amor, de sanación espiritual, no, no queremos volver a esos días terribles cuando vimos con claridad que se ocultaba detrás de tantas máscaras”.
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Mencionó que eran rostros que llamaban al pánico y al rechazo “sin dejar de ser valientes, décimos, esos rostros no los queremos, esos rostros lo repudiamos porque para nosotros cristo es amor, cristo no bendice a los vándalos, cristo no bendice a los terroristas, a los asesinos, a los genocidas, no,”
“Jesucristo promueve amor, respeto, fraternidad, solidaridad, lo que conocimos como caridad cristiana en otros tiempos, porque la caridad muchas veces nos llama a dar lo que nos sobra y no hay que dar siempre respondiendo al mandato de compartir y no de distribuir sobras. Aprendimos a ver a cristo y en cristo el símbolo del amor, de la paz, de la convivencia armoniosa, de los valores de familia, de la solidaridad y los derechos de todos, a vivir con dignidad, a trabajar en paz”, resaltó.
Dijo que lo que han conocido a lo largo de este tiempo que llego el pueblo al gobierno y al estado nuevamente, interrumpido por un tiempo muy corto de vigencia de los apetitos de los esclavos del imperio egoísta que jamás pensaron en el bien de la familia solo en su propia bolsa, “esos que también Jesucristo expulso de los templos, porque todos al fin y al cabo son los mismos, los que no respetan los que proclaman y promueven odio, los que proclaman y promueven egoísmo. Curas, obispos que tocaban las campas, para que salieran los vándalos a matar, con la policía acuartelada, tocaban las campanas, manoseaban las campanas”.
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“Que triste cuando uno recuerda todo eso, que doloroso, por eso decimos ni olvido, ni repetición, nunca más en Nicaragua, se vulnerará el derecho de vivir tranquilos, contentos, progresando, prosperando a partir de nuestro trabajo bueno, honrado, integrando progresando paso a paso y rechazando las agresiones, rechazando las campañas mediáticas ofensivas como siempre, además destructivas como siempre, pero no nos destruyen, aquí estamos con la fuerza del espíritu cristiano que predica y promueve amor y concordia”, indicó.
La vicepresidenta destacó que Nicaragua, continua adelante con esa fuerza de espíritu, que han conocido a lo largo de los años, «siempre hemos dicho que el odio no pasara y siempre hemos logrado, replantear y posicionar el amor por encima de todo como buenos cristianos y eso somos».
“Aquellos que tocaban las campanas adonde están, aquellos que se presentaban al toque de las campanas para tomar las insidiosas, abominables escenas de crímenes, de hermanos contra hermano a donde están ellos de verdad, se ganaron el menosprecio de todo el pueblo nicaragüense y no son nicaragüense son a patrios ellos y no volverán porque el odio que sale de sus corazones, jamás volverá a amancillar esta patria bendita de tanto heroísmo, de tanto valor, de tanto honor y de tanta gloria. Aquí estamos todos los días son para defender la paz, todos los días son para trabajar por la paz y en paz por el progreso de todos”, finalizó.
