El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), está impulsando un proyecto vital para la seguridad alimentaria: la preservación de recursos fitogenéticos.
Este esfuerzo se centra en el estudio, colecta y conservación de variedades mejoradas de semillas de maíz y frijol, esenciales en la dieta nicaragüense.
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Con más de 31 variedades de frijol y una diversidad de maíces, el INTA busca garantizar cosechas óptimas y la nutrición de la población.
La iniciativa también incluye la mejora genética de estas semillas, asegurando su disponibilidad para los agricultores y fortaleciendo el sistema alimentario del país.