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Gritería Chiquita cumple 77 años

Wilmor López

La gritería chiquita nació como gritería de penitencia, como una forma de enriquecer la vida espiritual, una acción de gracias, nace en León.

La Virgen María a través de las oraciones detuvo la erupción del cerro negro y cuyas lluvias de arena tenían a leoneses y vecinos comarcales al borde del éxodo.

El cerro negro es joven, nació en los días del mes de abril de 1850, el escritor Efraín Squier, diplomático estadounidense, fue testigo del nacimiento del volcán.

El cerro negro ha sido protagonista de varias erupciones a lo largo de su existencia, 1867, 1914, dos años antes de la muerte de Rubén Darío, 1923, 1947, ésta es la más famosa o de mayor repercusión, las primeras erupciones las manifiesta el 11 y 12 de julio de 1947, las cenizas cargadas de arena llegaban a la ciudad como lluvia.

La erupción se prolonga hasta en las primeras semanas de agosto, mes de la celebración de la Virgen de la Asunción, a pocos días estaba su víspera.

El Obispo de la Diócesis era el Doctor y Sacerdote Isidro Augusto Oviedo y Reyes, fue el obispo número 47 de la Diócesis, en la actualidad la Basílica cuenta con el obispo número 51, correspondiéndole el lugar a Sócrates René Sándigo Jirón, le antecedió Bosco César Vivas Robelo, Julián Barni, Manuel Salazar y Espinoza y por supuesto Isidro Augusto Oviedo y Reyes, ordenado sacerdote en España en 1930.

El Obispo Oviedo y Reyes, fue hijo del matrimonio compuesto por doña Carmen Reyes de Oviedo y del Dr. Isidro Oviedo, era originario de Chinandega y estuvo 23 años a cargo de la Diócesis de León. Sus restos reposan en el cementerio de Chinandega.

Para llevar su iniciativa el obispo Oviedo y Reyes hizo saber su intención al clero, por medio de un edicto o sea un mandato y delante de la imagen de la Virgen de Fátima presentó el edicto haciéndole saber al clero que iban a realizar una gritería de rogativa, de penitencia, mientras el cerro negro vomitaba arenas sobre la ciudad de León, Telica, Quezalguaque, y algunas comarcas. Rezando todos los días el santo rosario y celebrando la gritería a la Inmaculada Concepción de María en una forma piadosa, sin obsequiar gorras tradicionales, siendo reemplazadas con medallas, estampas, crucifijos y rosarios, este solemne voto lo hizo delante de la imagen de Fátima, por eso se llamó gritería de penitencia, de rogativa conocida como gritería chiquita, así cumpliendo el edicto todo el clero diocesano se dio a la oración constante. El obispo Isidro Augusto Oviedo y Reyes, como devoto de la Virgen de Fátima, consideró conveniente llevar a la imagen hasta las faldas y contornos del cerro negro donde la rezaban y le pedían el deseo que cesaran las nubes de arena del cerro negro sobre León.

Después de dos semanas de oración el milagro se realizó: el 13 de agosto de 1947 el cerro negro terminó su erupción, cesó su violenta lluvia de arena sobre la ciudad y lo hace dos días antes de la celebración de la Virgen de la Asunción, por tal motivo el obispo Oviedo y Reyes dedica la gritería a la imagen de la Asunción con el grito ¿Quién causa tanta alegría? ¡La Asunción de María! Celebrándolo en toda la diócesis el 14 de agosto.

El festejo tradicional de la gritería chiquita se celebró en su forma original de penitencia desde 1947 hasta 1965. Los cantos son los mismos del 7 de diciembre, dedicados a la Inmaculada Concepción de María. Con el tiempo la tradición de la gritería chiquita se ha ido transformando, su gorra ha cambiado, hoy incluye objetos utilitarios para el hogar y granos básicos, así mismo los altares, antes los construían en pequeños cerros de arena y encima colocaban la imagen de la Virgen de la Asunción, hoy los altares se han enriquecido en sus diseños con telones y adornos modernos. La celebración de la gritería chiquita se ha extendido a casi todo el país, incluyendo el extranjero, donde la comunidad nicaragüense la celebra con mucha devoción.

Dos testigos presenciales viven en León

A 77 años del inicio de la gritería chiquita en la ciudad de León, como testigos y protagonistas están los que fueron jóvenes de 20 años en aquel tiempo, el sacristán de la catedral y la secretaria del obispo Oviedo y Reyes: Hermógenes Vargas Castro y Alba Quiroz Cruz, actualmente ambos de 97 años y con plena lucidez mental, recuerdan que el día 14 de agosto de 1947, el pueblo leonés festejó la gritería chiquita en honor a la Virgen de la Asunción, el obispo Oviedo y Reyes desde la catedral expresó el grito a las 6 de la tarde.

La Virgen hizo el milagro, detuvo la erupción del cerro negro y salvó a la ciudad de León, la ciudadanía leonesa con mucho fervor celebra en este 14 de agosto del 2024 el 77 aniversario de la gritería chiquita, con cantos, gorras, juegos de pólvora, paz y amor.