Con el fin de promover el respeto e igualdad de oportunidades, el Alcalde de Nueva York, Eric Adams, firmó una ley que prohíbe discriminar a las personas por su peso y estatura en el trabajo, vivienda o lugares públicos.
«Todos merecemos el mismo acceso al empleo, la vivienda y los lugares públicos, independientemente de nuestra apariencia. No debería importar qué tan alto eres o cuánto pesas cuando buscas trabajo, sales por la ciudad o intentes rentar un apartamento», manifestó.
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Indicó que esta ley vendrá a ayudar a nivelar las condiciones de vida de todos los neoyorquinos, pues se “creará lugares de trabajo y entornos de vida más incluyentes y protegerá contra la discriminación».
La normativa entrará en vigor el 22 de noviembre de este año, y señala ciertas exenciones para los empleadores, en el caso de que la estatura o peso de una persona sea importante para realizar correctamente las tareas requeridas por la empresa.
