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50 años del terremoto que destruyó Managua

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El terremoto que ocurrió en horas de la madrugada del sábado 23 de diciembre de 1972 en Nicaragua, cumple hoy 50 años.

Este terremoto cuyo epicentro fue el Lago Xolotlán en la falla sísmica de Tiscapa, es considerado como de los peores desastres en la historia nicaragüense ya que provocó más de 10 mil muertos, miles de heridos y damnificados y toda una ciudad en escombros y devastación.

Eran cerca de las 12:30 de la madrugada del 23 de diciembre de 1972, cuando la población despertó por el fuerte movimiento telúrico que tuvo una magnitud de 6.2 grados. En pijamas, ropa interior, cubiertos con sábanas, toallas y otros, salieron corriendo de sus hogares los habitantes de Managua.

Muchos de los cuerpos quedaron bajo los escombros o incinerados por las llamas. Era una ciudad en ruinas.

Sus familiares corrían desesperados buscando a algún pariente entre los escombros.

Poco a poco los cuerpos de los fallecidos-algunos de ellos mutilados- iban siendo amontonados  en las calles, mientras continuaban las labores de búsqueda, y sus familiares se acercaban a identificarlos.

Posterior al fuerte terremoto, dos réplicas de unos 5 grados, terminó por derrumbar las casas que aún se mantenían en pie, y con ello muchas personas que buscaban a sus familiares quedaron sepultadas.

Los servicios de agua, electricidad y comunicaciones quedaron cortados, solo se escuchaban los lamentos.

Bomberos de otros departamentos se movilizaron hacia Managua para apoyar en las labores de búsqueda y rescate, limpieza, escombreo y otros.

A toda esta titánica labor se sumaron países hermanos quienes también enviaron ayuda alimentaria y humana.

Uno de los más recordados es el deportista puertorriqueño Roberto Clemente, quien murió en un accidente aéreo el 31 de diciembre de 1972 cuando transportaba ayuda humanitaria a los nicaragüenses afectados por el terremoto.

Han pasado 50 años del terremoto de 1972 y aún se mantiene viva en la memoria de los nicaragüenses las miles y miles de víctimas.

50 años después del desastre natural, la ciudad que quedó en ruinas, hoy luce un mejor rostro.

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