Las calles de Sutiaba, en León, se convirtieron en una auténtica galería de arte al aire libre con la realización de las Tradicionales Alfombras Pasionarias.
Estas alfombras es una expresión de fe y cultura que une a familias enteras en una sola pasión: el arte efímero sobre el suelo.

En la conocida “Calle de las alfombras”, hombres, mujeres, jóvenes y niños trabajaron desde tempranas horas para dar vida a coloridas creaciones elaboradas con aserrín teñido, flores, arroz y creatividad desbordante.

Cada diseño refleja una mezcla de historia, devoción y esfuerzo colectivo, haciendo de esta tradición un símbolo vivo de identidad para el pueblo leonés.
Alberto Pérez, uno de los referentes en esta práctica artística, compartió con orgullo que las alfombras han sido parte de su vida desde la infancia y recordó cómo antaño se elaboraban con materiales como ceniza o cuero.

“Es una tradición que ha venido de época en época, algo que nos han dejado nuestros ancestros”, expresó Pérez.
Resalto el valor cultural que incluso atrae la atención de visitantes internacionales.

Para muchos, como Estefany Pérez, lo más valioso es la unión que genera esta actividad. “Nos une como cuadra. Todos somos familia.
Es un día que nos une en celebración y fe”, destacó la joven, quien desde muy temprano se sumó, junto a su familia, a preparar los materiales.
Las alfombras de León no solo adornan las calles: reviven una herencia compartida, hecha de color, memoria y comunidad.