Colaborador: Rudy Ortiz
La tarde del pasado martes, se vivió la final del Clásico Mundial de Béisbol, entre las dos mejores selecciones del mundo, nos referimos a los equipos de Japón quien llegó a la final tras abatir en semifinales a México, y por el otro lado teníamos al campeón vigente Estados Unidos quien llegaba a la final tras eliminar en semifinales a la tropa Cubana.
En un partido electrizante donde cada jugada contaba la selección norteamericana se puso arriba en el segundo inning tras un home run de Turner quien levantaba las esperanzas de ganar este campeonato, pero en el mismo inning los japoneses respondieron por la misma vía, de un cuadrangular en solitario de Munetaka Murakami y luego Lars Nootbaar remolcó a Kazuma Okamoto para el 2×1, posteriormente en la baja del cuarto inning Okamoto con un homerun en solitario puso el 3×2.
Leer Aquí: Estados Unidos vs. Japón, la final soñada del WBC
Ya en la octava entrada, Kyle Schwarber se la sacó del parque a Yu Darvish sin gente en base para acercar por la mínima 2-3 a USA, que al final de cuentas se quedó corto sin poder hacer nada ante Shohei Ohtani que subió al montículo en el noveno episodio y logró el salvamento enfrentando en un duelo esperado por todos los amantes del béisbol contra su compañero de equipo, Mike Trout, para cerrar el partido.
Con esta victoria Japón logra coronarse campeón de manera invicta tras ganar sus siete partidos, igualando el logro conseguido por Republica Dominicana en 2013 cuando se corono de manera invicta, y siendo el primer equipo en conseguir el tri campeonato en toda la corta historia de este certamen.