Ismael Munguía sigue luchando por cumplir su sueño de escalar al mejor beisbol del mundo a sus 26 años. Basta decir que es el segundo mejor bateador (.444) de los New York Yankees en el spring training , sólo por debajo de Cody Bellinger, que lo hace para .500 de average.
Munguía es un pelotero con una casta indiscutible, no es fácil levantar la mano en un equipo repleto de estrellas. Lo normal es que todo recién llegado juegue un papel secundario, testimonial o residual, pero Ismael es diferente y siempre hace ruido, ya lo vimos el año pasado con los Gigantes de San Francisco.
Dicen que la única manera para que encuentres un lugar donde todo está lleno es crear una necesidad y demostrar que puedes ser útil aportando cosas distintas que nadie hace. Es lo que pienso cuando veo a Munguía con el uniforme de los Yankees, ahí casi nadie corre ni toca pelota, pero él sí sabe hacerlo y con mucha maestría.
Munguía es como el protagonista principal de la novela ‘El viejo y el mar’, del célebre escritor Ernest Hemingway. Jamás le pidan que se de por vencido porque no lo va hacer, si lo ven insistiendo mejor no digan nada porque nunca lo entenderían.
