En el sur de China, más de 700 mil personas se han visto afectadas por el tifón Doksuri, que, tras azotar el sur y el este con fuertes vientos y lluvias torrenciales, se dirigía hacia el norte del país, donde provocó alertas por posibles desastres, informó medios locales de comunicación.
El tifón tocó tierra el viernes por la mañana en la costa de la ciudad de Jinjiang, en la provincia de Fujian, con una velocidad máxima del viento de 155 kilómetros por hora. El viernes por la noche, el tifón se desplazó hacia la provincia de Jiangxi, donde se debilitó hasta convertirse en una tormenta tropical.
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Según las autoridades provinciales, 354 mil 400 personas habían sido evacuadas y 146 mil 200 trasladadas a zonas más seguras en Fujian. Un total de 44 viviendas se derrumbaron y 178 casas sufrieron graves daños con pérdidas económicas directas que ascienden a 428 millones de yuanes.
Se espera que los efectos afecten a las regiones septentrionales del país desde el sábado hasta el martes, provocando lluvias en zonas del norte de China como Beijing, Tianjin, la provincia septentrional de Hebei, la provincia central de Henan.
Las autoridades advirtieron a los residentes, especialmente en las zonas montañosas, que las fuertes lluvias pueden provocar inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y caídas de rocas y escombros.
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