Un terremoto de 7.7 grados en la Escala de Richter sacudió el mar de Nueva Caledonia, y provocó que se encendieran las alarmas de tsunamis en el Pacífico Sur, que poco después fueron levantadas.
“La amenaza de tsunami ha pasado en gran medida”, indica la última actualización del Servicio de Alertas por Tsunami del Pacífico tras mantener activada la alerta durante más de tres horas y que afectaba también a Fiyi, Vanuatu y Nueva Zelanda, entre otras naciones.
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El Servicio Geológico de Estados Unidos situó el movimiento telúrico a 37 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino y a 333 kilómetros al sureste de la localidad de Vao, en la Isla de Pinos de Nueva Caledonia.
Por su parte, la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de Nueva Zelanda señaló que se esperan «fuertes e inusuales corrientes y oleadas impredecibles» en algunas áreas costeras del oeste del país.
