Por un monto de 92 millones de dólares, el gobierno de Tayikistán compró el avión presidencial TP01 de México, acuerdo que fue celebrado por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
En un video a bordo del Boeing 787, acompañado del secretario de la Defensa y de otros altos cargos, el mandatario dijo que estaba contento como un «nuevo rico». «Estamos contentos, estamos como los nuevos ricos que compran un yate o un avión como este y son felices solo el día que lo estrenan y el día que lo venden», expresó.
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Indicó que la venta del avión fue una de sus principales propuestas de campaña y adelantó que el dinero obtenido por la transacción fue depositado en la cuenta del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y que se utilizará para construir dos hospitales en los estados de Guerrero y Oaxaca, dos de las zonas más pobres del país.
Asimismo, recordó que la aeronave la compró el expresidente Felipe Calderón en 2012 para que lo usara el ya mandatario electo Enrique Peña Nieto y que su adquisición demuestra cómo las autoridades de administraciones pasadas actuaban como «pequeños faraones».
