Inundaciones repentinas han anegado el noreste de Australia este lunes, provocando torrentes de agua que han cortado carreteras y dando vía libre a que varios cocodrilos se adentren en las ciudades.
Hasta el momento los equipos de rescate han evacuado a más de 300 personas, según la policía y se han enviado helicópteros militares para ayudar en las zonas anegadas y aisladas por las inundaciones.
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Se han registrado daños a lo largo de una franja costera de unos 400 kilómetros en el norte de Queensland. Cameron Dick, responsable económico de la zona ha estimado que el desastre tendrá un «impacto de miles de millones de dólares» en el estado.
«Sabemos que esas personas se encuentran ahora en una situación desesperada», ha declarado Kiley Hanslow, director ejecutivo del consejo de la comarca aborigen de Wujal Wujal. Según la policía, el grupo ha tenido que trepar hasta un lugar seguro antes de que las aguas suban.
