Confusión y preocupación, es lo que sintieron los demócratas durante el primer debate presidencial de cara a las elecciones de noviembre entre el candidato de su partido, Joe Biden, y su rival republicano, Donald Trump.
El evento, de 90 minutos de duración, se llevó a cabo por primera vez sin público y en un contexto en el que las campañas de ambos políticos han estado marcadas por los procedimientos judiciales contra el propio Trump y el hijo de Biden.
Los políticos no se dieron la mano al subir al escenario y se lanzaron acusaciones mutuas acerca del mal manejo del país durante sus mandatos, así como de las decisiones erróneas tomadas a nivel internacional. Mientras Trump puso en duda las capacidades cognitivas de su rival, Biden no dudó en insultarlo.
Biden afirmó que bajo su liderazgo Estados Unidos “había salvado a Israel”, refiriéndose al conflicto entre Tel Aviv y Hamás. “Somos el mayor generador de apoyo a Israel, más que nadie en el mundo”, declaró. Además, tachó al exmandatario de “imbécil” y “perdedor”.
Leer Aquí: Bolivia inicia investigación sobre el fallido golpe de Estado
Mientras que Trump dijo que a EE.UU. ya no lo respetan en el mundo y que, bajo el mandato de Biden, el país se ha convertido en una nación tercermundista. Además, llamó “criminal” a su oponente y dijo que debería ser juzgado cuando ya no sea presidente.
Por otra parte, la actuación del presidente “fue ampliamente criticada en Internet y probablemente reforzará la impresión de que ha perdido ritmo”. Además, personas que siguieron el debate en línea se percataron de que Biden apenas parpadeaba. Sin embargo, el mandatario no se retira de la carrera presidencial y su entorno salió a explicar la razón de su mal desempeño contra Donald Trump.