La empresa estatal brasileña Petrobras ha informado que enfrenta desafíos en la exploración de petróleo en el margen ecuatorial, una zona prometedora en la costa norte del país.
Esta situación podría llevar a Brasil, que ha sido autosuficiente en petróleo desde 2006, a tener que importar crudo nuevamente en una década si no se realizan nuevos descubrimientos petroleros.
Según declaraciones de la ejecutiva Anjos, existe un riesgo inminente de que la producción en los campos de presal disminuya significativamente en cinco o seis años, lo que podría revertir el estatus del país como exportador de petróleo.
La exploración en esta región, que abarca desde Rio Grande do Norte hasta Amapá, está sujeta a la aprobación del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), que ha expresado preocupaciones ambientales.
Petrobras solo ha recibido permiso para perforar dos de los 16 pozos disponibles en esta nueva frontera exploratoria, pese del potencial del margen ecuatorial para albergar nuevos yacimientos.
