Más de cien personas han muerto y 200 se encuentran desaparecidas tras las inundaciones y corrimientos de tierra en Myanmar.
Equipos de rescate han confirmado el hallazgo de más de cien cuerpos, entre los cuales se encuentran bebés de solo un mes de nacidos, hasta ancianos.
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Estos desastres naturales han llevado a que las calles de Kalaw quedaran anegadas por agua y lodo, lo que dificulta el acceso a las zonas afectadas. Aunque los escombros están siendo despejados, muchos vehículos han quedado atrapados bajo la tierra.
Los habitantes de Kalaw enfrentan una situación crítica, con la ciudad prácticamente inoperativa.
