En la provincia de Maidan Wardak, Afganistán, se registró la explosión de una munición abandonada, dejando como resultado tres personas fallecidas, de las cuales dos eran menores de edad.
Este hecho es un nuevo incidente relacionado con el peligro que representan las minas y los proyectiles sin estallar tras décadas de conflicto.
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Un hecho similar ocurrió el viernes, en el que falleció un hombre y dos niños resultaron heridos en la provincia de Zabul, en el sur del país.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) volvió la semana pasada a alertar sobre esta situación al recordar que, en la penúltima semana del mes pasado, las municiones abandonadas costaron las vidas de ocho menores.
