Lucy Letby, enfermera británica condenada el año pasado a cadena perpetua por haber asesinado a siete bebés recién nacido e intentar acabar con la vida de otros seis, está siendo juzgada nuevamente por el intento de asesinato de otro neonato.
La mujer de 34 años, enfrenta un nuevo juicio en el Tribunal de la Corona de Manchester, donde ha sido acusada de manipular el tubo respiratorio de una bebé prematura menos de dos horas después de su nacimiento.
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Durante las audiencias del caso, los fiscales aseguraron que la acusada fue “sorprendida prácticamente con las manos en la masa” por el pediatra Ravi Jayaram.
Según su testimonio, entró a la sala de cuidados intensivos de la unidad neonatal y la enfermera estaba parada junto a la incubadora de la recién nacida, “sin hacer nada” a pesar de que sus niveles de oxígeno en la sangre bajaban y las alarmas del monitor no sonaban. Además, se dice que en las horas siguientes, en el mismo turno, supuestamente interfirió con los tubos de reemplazo del bebé en dos ocasiones más, en un intento de cubrir sus huellas.
