Después de que Turquía decidiera no imponerle sanciones a Rusia como lo hizo EE.UU., la Unión Europea y otros aliados de la OTAN después del inicio de la operación especial militar rusa en febrero de 2022 y que decidiera mantener fuertes lazos comerciales con ese país, Estados Unidos le advirtió a Ankara que si no reduce sus exportaciones abra consecuencias.
Supuestamente, exportan un ‘hardware’ de fabricación estadounidense (chips, procesadores, tarjetas de memoria u otros artículos), el que, según Washington, supuestamente “es vital” para la industria de defensa rusa. Por lo que el subsecretario para el cumplimiento de las exportaciones del Departamento de Comercio de EE.UU., Matthew Axelrod, recientemente visitó Turquía para reunirse con los funcionarios locales en un esfuerzo de influir en la situación y decirles que EE.UU. necesita que Turquía le “ayude a detener el flujo ilícito de tecnología estadounidense a Rusia”.:
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“Necesitamos ver avances, y rápidos, por parte de las autoridades y la industria turcas, o no tendremos más remedio que imponer consecuencias a quienes evadan nuestros controles de exportación”, advirtió.
El Departamento de Comercio de EE.UU. ya añadió 18 empresas turcas a su “lista de entidades” por exportar a Moscú los artículos sensibles de origen estadounidense, por lo que los fabricantes estadounidenses se ven obligados a adquirir unas licencias especiales si quieren seguir vendiendo dichos productos a las compañías turcas sancionadas.