China ha decidido aumentar paulatinamente la edad de jubilación legal durante los próximos 15 años debido a cambios demográficos y de desarrollo en el país.
A partir de 2040, la edad de jubilación se elevará de 60 a 63 años para los hombres, y para las mujeres, de 55 a 58 años para aquellas en cargos de dirección, y de 50 a 55 años para el resto.
Este ajuste, que no se había modificado desde 1950, responde a la mayor esperanza y calidad de vida de los ciudadanos, así como al nivel de educación y oferta de empleo.
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El plan también permitirá a los trabajadores posponer su jubilación más allá de la edad establecida, con un límite de tres años, siempre que se acuerde con el empleador.
El ministro de Recursos Humanos y Seguridad Social, Wang Xiaoping, destacó que esta medida busca mejorar la eficiencia laboral en respuesta al envejecimiento de la población y la disminución de la proporción de personas en edad laboral.
Expertos como el vicepresidente de la Asociación de Población de China y el profesor Li Chang’an consideran que esta reforma es esencial para abordar el envejecimiento de la población, mejorar la estructura de la fuerza laboral y asegurar un desarrollo sostenible del sistema de pensiones.
