Teshawn Watkins, de 31 años del Bronx, en Nueva York, ha sido sentenciado 10 años de prisión por asfixiar a su hijo recién nacido con una almohada porque estaba llorando.
La Fiscalía del Distrito del Bronx ha informado de que el juez ordenó a Teshawn Watkins pasar entre cinco y diez años tras las rejas, más cinco años de supervisión posterior a su liberación, por la muerte de Kaseem Watkins, de 7 semanas de nacido.
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El fiscal Darcel Clark manifestó que tras conocerse la sentencia: “Este niño apenas había comenzado su vida cuando su padre terminó cruelmente con ella, colocando almohadas encima del pequeño hasta que no pudo respirar”.
Teshawn Watkins se había declarado culpable de homicidio involuntario en segundo grado. También se declaró culpable de agresión en tercer grado porque golpeó a la madre del niño, su novia, durante su embarazo. La mujer se negó a testificar contra Watkins durante el juicio.