En el vecindario Honan de Toquio, la empresa Obaken inauguró la cafetería Juju, donde los clientes pueden comer y beber rodeados de objetos supuestamente “malditos” como muñecas, restos momificados y espejos embrujados.
En la planta baja del local se presenta como un típico café japonés de ambiente luminoso con opciones como curry, pizza y bebidas, mientras el segundo piso alberga una perturbadora colección de artefactos embrujados.

Celebra a lo grande su renuncia a un trabajo agotador
El nombre del café revela su naturaleza, ya que “ju” significa “maldición” en japonés.
La puerta con bordes oscurecidos en la planta baja funciona como portal entre ambos mundos, anticipando la experiencia espeluznante que aguarda en la segunda planta.
Los responsables del lugar explicaron que “puedes limitar tu visita enteramente a la primera planta mientras directamente sobre tu cabeza otros visitantes se someten a las energías malévolas”.

Encuentran dedo amputado envuelto en una servilleta en una cafetería
Los clientes deben de pagar 4 dólares adicionales para acceder al segundo piso y sólo pueden hacerlo luego de ordenar un segundo producto del menú.
Esta política permite a los clientes fingir que se abstienen por razones económicas y no por miedo a las maldiciones.