Las iglesias ortodoxas griegas, católicas melquitas y siríacas ortodoxas emitieron una fuerte condena contra las masacres perpetradas contra civiles inocentes en las provincias costeras de Siria.
Más de 560 miembros de la minoría alauita han sido asesinados por las fuerzas del régimen de facto.
A través de un comunicado conjunto, los patriarcas de estas iglesias expresaron su repudio a los actos de violencia y llamaron a un cese inmediato de estos “horribles actos”, al tiempo que apelaron por la creación de condiciones que permitan la reconciliación nacional sin recurrir a la venganza ni la exclusión.
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Las iglesias destacaron su firme postura en favor de la paz civil y reiteraron su rechazo a cualquier intento de dividir Siria, reafirmando la unidad territorial del país.
En su declaración, también subrayaron la necesidad de evitar la lógica de venganza y buscar un entendimiento que promueva la cohesión y la convivencia pacífica entre los diferentes grupos del pueblo sirio.
Según una ONG, los recientes ataques han dejado un saldo de al menos 568 alauitas asesinados en los últimos tres días, principalmente en las provincias costeras de Latakia y Tartús, aunque también se han registrado víctimas en Homs y Hama.
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La organización informó que en este periodo se han producido 29 masacres, calificando los hechos como “la mayor venganza colectiva” desde el derrocamiento del gobierno de Bashar al-Asad en diciembre del año pasado.
El total de víctimas mortales en los enfrentamientos ha ascendido a 770, incluidas más de 200 bajas militares.
Pese a la magnitud de la violencia, la administración de facto en Siria no ha condenado explícitamente estos actos, aunque ha asegurado que tomará medidas judiciales contra quienes hayan cometido excesos o actos de venganza contra la población civil.
Las fuerzas actuales están en su mayoría compuestas por excombatientes de la disuelta alianza islamista Hayat Tahrir al-Sham, responsable de liderar la ofensiva contra al-Asad.
