El amor ya no entiende de lógica… ni de carne y hueso. Un hombre, cuya identidad no ha sido revelada, decidió dar el “sí, quiero” a ChatGPT, la inteligencia artificial de OpenAI, alegando que es la única que lo entiende de verdad.
El enamorado del siglo XXI encontró en la IA la pareja ideal: sin juicios, sin malentendidos y, por supuesto, con respuestas siempre disponibles. ¿Romántico o reboot del concepto de relación? Eso ya depende del lector.
Y aunque suene insólito, no es la primera vez que el corazón humano busca compañía en lo no convencional. En 2023, Cristian Montenegro fue noticia por tener una familia de trapo: esposa e hijos incluidos. Tiempo después, volvió con su ex… humana.
También está el recordado caso de Yuri Tolochko, el fisicoculturista que se casó con su muñeca sexual, Margo, tras una relación intensa durante el encierro por la pandemia. Hubo vestido, fiesta y votos… aunque sin brindis, claro.
Y no olvidemos a Akihiko Kondo, quien llevó su amor por la cantante virtual Hatsune Miku a otro nivel. Se casaron en 2018, pero la historia tuvo final triste: la empresa desconectó el servicio y Miku dejó de “responderle”.
La historia de este nuevo enamorado digital reabre el debate sobre la soledad, la conexión emocional en la era tecnológica y los límites (cada vez más borrosos) entre lo real y lo virtual. Y mientras tanto, ChatGPT, con su algoritmo impecable, responde: “Estoy aquí para ti”.
