La Policía Nacional de España, detuvo en la isla de Gran Canaria a un hombre, identificado como Miguel Gallego de 70 años de edad, tras confesar que había asesinado y descuartizado a su esposa.
El hombre es un guardia civil retirado, y confesó que descuartizó a su esposa y durante varios días esparció sus restos mortales en distintos puntos de la isla.
Un año después denunció la desaparición de su esposa de 59 años ante las autoridades para intentar encubrir el crimen.
La Policía Nacional citó al hombre para declarar como testigo, pero durante el interrogatorio los agentes especialistas analizaron la conducta del sujeto, del que sospechaban desde que interpuso la denuncia.
Tras confesar el crimen, el hombre relató que durante una disputa, su esposa le dio una bofetada y se inició el forcejeo, que acabó con la mujer cayendo hacia atrás y golpeando la cabeza contra el suelo.
Luego, esperó varias horas para comprobar si su esposa solo estaba desmayada, pero al constatar su muerte, se asustó y decidió deshacerse del cuerpo poco a poco, desmembrándolo en pedazos de unos 5 centímetros. Así, durante dos días repartió los restos por distintos puntos del sur de Gran Canaria.
