Como si se tratara de ‘Up’ (2009), la película de Disney y Pixar que narra el viaje de un hombre desde Estados Unidos hasta Sudamérica atando globos a su vivienda (su objetivo era llevarse la casa hasta unas cataratas), un italiano construyó una casa flotante.
Se trata de Annunzio Lagomarsini, quien falleció en 2018, a los 86 años, pero dejó parte de su historia plasmada en cada rincón de su hogar.
De acuerdo con la página ‘La Casa Volante’, dedicada a la peculiar construcción, Lagomarsini tuvo dos motivaciones: siempre soñó con vivir junto al mar y fue testigo de lo mucho que a su padre le costaba movilizarse para salir a tomar el sol.
El hombre dedicó siete años de su vida a hacer realidad su sueño y, gracias a que fue trabajador de la construcción, reunió los conocimientos necesarios.
Lo más asombroso es que nunca utilizó planos, sino que todo estaba en ‘su mente’. Es más: desarrolló cinco prototipos de la casa hasta obtener el resultado esperado.
En la página web hay una declaración de Annunzio, quien dijo: “seguí construyendo hasta que vi el mar. Entonces me detuve. Si 22 metros de altura no hubieran sido suficientes, habría subido aún más”.
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La casa fue denominada como ‘The flying house’ (la casa flotante) y tiene 110 metros cuadrados, dos pisos y dos terrazas, además, está completamente equipada como una casa normal.
Una estructura en forma de ‘tijeras’ le permite subir y bajar sobre la plataforma de la casa. También puede girar hasta 360 grados, deslizarse e inclinarse, todo gracias a un panel eléctrico que controla los movimientos.
Lagomarsini vivió allí, en La Spezia, Italia, junto con su esposa Emilia, durante 13 años. Después se vio obligado a construir otra casa al lado de la original, pues, debido a la avanzada edad de este matrimonio, se les dificultaba acceder a su residencia ‘en el aire’.
