El cuerpo del pastor sudafricano, Siva Moodley tuvo que esperar casi 600 días en una morgue para ser enterrado, debido a que su familia y la congregación de sus fieles se mantenían a la espera de que resucitara.
El pastor murió el 15 de agosto del 2021 y desde esa fecha su cadáver se encontraba en una funeraria en Gauteng, en Johannesburgo, quienes se vieron obligados a acudir a la justicia para que la familia dieran la autorización para su entierro o cremación.
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Funcionarios de la empresa fúnebre se comunicaron con la esposa de Moodley, sin embargo ésta les dijo que esperaran un poco más porque había tenido una visión de que el hombre resucitaría.
Las redes sociales del pastor siguieron activas desde la muerte en 2021, y la iglesia no reconoció públicamente su fallecimiento, ni informó a la congregación sobre su paradero. Los servicios continuaron como de costumbre, con su esposa Jessie, su hijo David y su hija Kathryn Jade a la cabeza.
En Zambia hubo otro caso famoso en 2021 cuando el autoproclamado profeta James Sakara, de 22 años, murió tras pedir a sus seguidores que lo enterraran vivo durante tres días para resucitar milagrosamente.