El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció que llevará al Parlamento una propuesta “para constitucionalizar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo”.
Si la iniciativa sale adelante, España se convertirá en el segundo país del mundo que blinde el derecho al aborto en su Constitución, después de que lo hiciera Francia el año pasado.
Esto se da tras la polémica levantada por la aprobación de una polémica moción en el Ayuntamiento de Madrid, a instancias del partido ultraderechista Vox y apoyada por el principal partido de la oposición, el conservador Partido Popular (PP).
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La moción establecía la obligación de informar a mujeres que querían acceder voluntariamente a la interrupción de su embarazo sobre un supuesto ‘síndrome post aborto’, que no tiene ningún soporte científico, y que acarrearía síntomas como depresión, alcoholismo o anorexia.
La aprobación de la reforma propuesta por Sánchez será difícil, puesto que deberá contar con el apoyo del PP, que siempre se ha mostrado en contra cuando se han aprobado las despenalizaciones, la primera en 1985 y la más reciente en 2010.