Florencia Revah, de 31 años, y su pareja, Esteban Suárez, de 45, fallecieron dentro un coche en un camino rural de San Antonio de Areco, cerca de una vía principal en Argentina.
El coche mostraba un impacto de bala en una de las ventanillas. En el interior, la policía encontró una pistola marca Bersa, sin numeración visible, aunque con láser infrarrojo. Los peritos levantaron tres vainas servidas, nueve milímetros y 25 cartuchos del mismo calibre.
Se presumía que el feminicidio de ella y el suicidio de él ocurrieron en el auto, sin embargo, las pesquisas arrojan que el crimen de Revah se perpetró en otro lugar.
“Según fuentes policiales, el asesino de Revah no la mató dentro del automóvil donde encontraron su cuerpo y el de su pareja.” Las autoridades señalan al hombre como el presunto responsable del crimen.
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Hasta ahora se han realizado dos registros a inmuebles en Tigre, uno propiedad de Suárez, sin que la policía pudiera determinar que el feminicidio se cometió en esos espacios. Por esa razón, el foco de las investigaciones se centra en encontrar el lugar donde ella murió.
El cuerpo de Revah iba en el asiento trasero y tenía al menos dos impactos de bala en su cuerpo, una en el pecho y otra en el cuello. Suárez, por su parte, se mató de un tiro en la cabeza y su cadáver fue hallado en el lugar del piloto. Por ahora, se espera el resultado oficial de la autopsia.
En redes sociales circuló un video del coche, que lo mostraba con el depósito de la gasolina abierto y un paño en el tanque. En criterio de las autoridades locales, el homicida y suicida habría intentado incendiar el vehículo con su pareja dentro.
