El rock ha perdido a uno de sus grandes talentos. Karl Cochran, el destacado guitarrista de Kiss, falleció el pasado 19 de febrero a los 61 años en un accidente automovilístico en Bridgewater, Nueva Jersey.

La noticia ha conmocionado a la comunidad musical y ha dejado a los fanáticos de la banda en estado de shock.

Un accidente que ha dejado muchas preguntas

Según reportes de medios locales, Cochran viajaba como pasajero en un automóvil conducido por su madre de 90 años.

El accidente ocurrió en el patio delantero de su casa cuando el vehículo chocó violentamente contra un árbol, provocando que el guitarrista saliera despedido del auto.

A pesar de los esfuerzos médicos y su traslado en helicóptero al Hospital Universitario Robert Wood Johnson, Cochran no logró sobrevivir a las graves heridas. Las autoridades aún investigan las circunstancias del impacto, mientras el mundo del rock lamenta su partida.

Un legado que trasciende generaciones

Karl Cochran nació el 26 de diciembre de 1963 en Plainfield, Nueva Jersey, y desde pequeño mostró una gran pasión por la música. Su talento lo llevó a estudiar con el renombrado jazzista Harry Leahey, lo que marcó el inicio de una brillante carrera.

A lo largo de los años, Cochran trabajó con figuras legendarias del rock, consolidándose como un músico versátil y admirado. A pesar de haber sufrido un derrame cerebral en 2014, nunca dejó de lado su amor por la música, desempeñándose como productor, ingeniero y maestro.

Kiss y la comunidad del rock despiden a un grande

Kiss expresó su pesar a través de un emotivo mensaje en redes sociales, donde recordaron a Cochran como “un guitarrista y vocalista extraordinario, un luchador incansable y una inspiración para muchos”.

La banda destacó su presencia en los famosos KISS Kruises, donde se convirtió en un favorito del público.

El rock llora la partida de Karl Cochran, pero su música y su legado seguirán vivos en cada acorde que tocó. Descansa en paz, leyenda.