En la provincia Nahon Ratchasima, en Tailandia, han construido unas esculturas de genitales masculinos y femeninos, donde la población acude a pedir por la fertilidad, así como encontrar al hombre o a la mujer de sus sueños.
Una vagina y un pene de color dorado de un metro y medio de tamaño cada uno, y son venerados por los que llegan al templo budista de Tailandia.
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La réplica de la vagina lleva grabadas distintas oraciones y está situada en un santuario budista. Además, rodeando a la vulva gigante, se han tallado ocho vaginas más pequeñas. Por otro lado, bajo un árbol de mango, se ha construido una serpiente de siete cabezas que «vigila» las partes íntimas de la mujer.
Llamada ‘la vagina de la fortuna‘, fue construida por una monja budista conocida como la Madre Brahmán, y es famosa por limpiar a las mujeres de la mala suerte por cometer actos impuros. Esta escultura se ha vuelto tan popular que acoge a visitantes que llegan de forma constante.
También se instaló un pene de un metro y medio, cuenta además con ocho penes más pequeños que rodean al más grande.
